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| Imagen de "Al final de la palmera" |
Un portero que soporta la presión, un central capaz de intimidar a todo el equipo contrario, un Rubén Castro soberbio, un equipo ordenado y arropado atrás, un poco de fortuna y mucho sentido común, dieron al Real Betis Balompié su primera victoria en cuatro meses. Pero no hay que lanzar las campanas al vuelo tan dado en nuestra afición, esto solo ha sido encontrar una semana más de vida en un enfermo moribundo. De por medio, el sábado un crucial encuentro en Mestalla ante un revalorizado Valencia que gano nada más y nada menos que en el Nou Camp y a renglón seguido, la siguiente jornada en la matinal del domingo en los Nuevos Cármenes otro final que esperemos mantenga viva las constantes vitales de nuestro Betis.
La llegada de los refuerzos no ha hecho más que poner de manifiesto los errores de este Consejo y la propia secretaría técnica, pero en fin, eso ya es historia y ahora hay que centrarse en el presente. No sé si aun se podrá, pero al menos habrá que intentarlo como profesionales que son.
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